A través de 13 composiciones se retratan los distintos estadios en lo que puede encontrarse el vidrio, ya sea como una esencia en sí misma, arena silícea, o como una botella guardiana de aquellos deseos que se abandonan o resguardan en ella.

Tal vez convertido en una barda o muralla en la que se deposita la mayor parte de la población o una prueba de fortaleza en la que  descansa el soporte económico de algunos indigentes, se observa,como efecto tornasol, la multiplicidad de formas en las que se transmuta este material.